Psicólogo en Boadilla

Centro psicología en Boadilla

La salud emocional y mental, así como la física, debe estar entre las prioridades. El veloz movimiento de la cotidianidad y las múltiples dificultades impiden que las personas digieran los problemas; por el contrario, genera heridas emocionales que, si no se abordan con un profesional, pueden ocasionar daños mayores.
Durante la adolescencia es cuando se acumulan más heridas emocionales que derivan en comportamientos agresivos, y que pueden derivar en problemas futuros de adulto. Recibir ayuda psicológica es indispensable para aprender a manejar las emociones.

Arantxa Pisón

Psicólogo para adultos en Boadilla del Monte

En Boadilla del Monte hay muchas ofertas para optar por un psicólogo. Los profesionales de la salud mental se han incrementado con los años, pero solo quienes tiene gran experiencia incluyen las terapias más eficientes. Soy Arantxa Pisón, profesional de la salud mental con larga trayectoria. A través de la psicoterapia otorgo tratamientos para mejorar la calidad de vida. Soy especialista en la terapia de la tercera generación, cuya visión enseña al paciente a responder de forma consciente, en vez de reaccionar automáticamente.

También soy experta en tratamientos para la recuperación de episodios traumáticos partiendo desde la aceptación. Entrego a todos mis pacientes las herramientas necesarias para superar vivencias pasadas.

¿Cómo elegir el mejor psicólogo en Boadilla?

Si estás en busca de un buen psicólogo y nunca has ido a terapia es normal que tengas ciertas dudas. En ese caso, que el profesional con quien decidas asistir a consulta cuente con estas características principales.

  • Así como solemos optar por médicos de salud física con años de experiencia, es imprescindible que escojas un psicólogo con experiencia demostrada. 
  • Asegúrate que haya trabajado casos difíciles en cuanto a depresión, trastorno alimenticio, ansiedad o cualquier otro padecimiento. Estas respuestas te indicarán si estás delante de un profesional capacitado.
  • Los psicólogos tienen múltiples especialidades y se forman en diferentes escuelas de la psicología. Dependiendo de su inclinación, los expertos abordarán cada caso con tratamientos en específicos; eso significa que algunos procedimientos no estarán atados a lo que buscas.
  • Es indispensable saber cuál es el método con el cual aborda los problemas de los pacientes. Algunos psicólogos recurren a prácticas que no están avaladas por la ciencia, sino por experiencias personales o las llamadas “terapias alternativas”. Esto es motivo para prescindir de sus servicios. La terapia puede ser o no efectivas dependiendo específicamente de la respuesta del paciente; pero esto no debería dar pie para aplicar tratamientos sin rigor científico. En mi caso, solo uso técnicas demostradas que funcionan. 
  • La primera etapa de la terapia se llama “evaluación”. En ella, el especialista recorre toda la información necesaria para otorgar una evaluación y un diagnóstico definitivo; este proceso no debería durar más de cuatro o cinco consultas. Si después de este plazo el psicólogo mantiene terapia indefinida y lo combina con el tratamiento, es evidencia suficiente para desestimar continuar yendo a consulta.

Psicología de las emociones Boadilla

Las emociones son un universo completo. Están estudiadas por la psicología, la neurociencia e, incluso, por la inteligencia artificial. 
 
En la psicología las emociones se conocen como un estímulo que provoca una acción. Este tipo de estímulos se manifiestas a nivel físico y mental, por ejemplo: cambios de conducta, aumento o reducción de la frecuencia respiratoria, llanto, estrés, depresión y más.
 
Las emociones son fundamentales para el ser humano. Son quienes nos permiten definir conductas ante diferentes situaciones: ira, alegría, tristeza, miedo o frustración. En este contexto es muy importante comprender que no existen las emociones negativas, todas son buenas y necesarias para el desarrollo del hombre.
 
Para que las emociones no se traduzcan en actitudes negativas, es necesario aprender a controlarlas.